Locuras variadas,historias imposibles de sexo y desamor........y sobre todo,mucha música.

jueves, junio 22, 2006

.....Para J. UNA TARDE EN LA PLAYA
Advertencia: este relato no es autobiográfico y cualquier parecido con la realidad es el que cada uno le encuentre.

Estaba de vacaciones, en Canarias; me había escapado hastiado de la monotonía de la vida diaria ,de la insatisfacción de los fines de semana por Madrid, harto de ir en bar en bar ,de encontrarme insatisfecho y de no recuperar el placer del gozo cuerpo a cuerpo hace ya mucho tiempo perdido.

Hoy me había levantado especialmente pesimista, las islas afortunadas no me habían proporcionado lo que yo realmente necesitaba en ese momento, por lo que decidí sin más perderme por la playa a disfrutar del olor del mar y de un cielo nublado que le daba un aspecto lunar al volcánico paisaje.

Me tumbé placidamente sobre la arena, cerca de unas dunas, alejado de la gente, abandonando mi pensamiento a la nada para dejar libres mis sentidos y solo notar la humedad del agua cercana.

Tan descansado me sentía y con la ayuda de algunos rayos de sol que se escapaban de las nubes proporcionándome cierto calor caí en un sueño ligero. De repente, entre tanta ensoñación, algo me despertó: a lo lejos vi que se acercaba alguien paseando pero rotundo en sus pasos y según su imagen se hacia más clara mi interés iba aumentando. Cuando pasó frente a mi pude apreciar que era alguien recio, fuerte y regordete, de mediana edad con lo que mi temperatura interior empezó acercarse a la exterior.Iba en camisa y pantalones cortos y llevaba una toalla a sus hombros y un periódico en la mano,”otro que está buscando su paz interior”, me dije a mi mismo. Además tenía un rasgo que valoro mucho: tenía poco pelo en su cabeza, rapado al uno estilo militar……
Según pasaba se quedó mirando insistentemente pero no se detuvo, me quedé un poco decepcionado,¿para qué ,entonces, esa mirada? Me di media vuelta y me puse de espaldas a retomar mi siesta.

Pasado un buen rato me volví a despertar al sentir una humedad templada sobre mi espalda: el extraño paseante recorría con su boca mi parte posterior recalentada por el sol. Al verme que me desperté un poco sobresaltado me dijo con una voz fuerte, casi castrense que me tranquilizara y siguió a su particular tarea.

Esa situación tan repentina me resultó muy agradable y sobre todo muy morbosa. Su forma de actuar era casi desesperada, recorriéndome con su lengua por todas partes: cuello, espalda, casi sin darme tiempo a reaccionar, casi obligándome.

Sin pedirme permiso bajó mi bañador y empezó a mordisquear mis nalgas, desde ese momento, me dejé llevar, al igual que había hecho al llegar a la playa y mis sentidos y mi cuerpo lo agradecieron.

Me dio la vuelta y agarró mis muñecas fuertemente, como si me estuviera esposando; al estar frente a él pude apreciar que el pelo que no tenía su cabeza lo tenia su pecho y el no poderle acariciar su torso se convirtió en algo cercano a una tortura. Antes de atacar mi cuello de nuevo pude observar más atentamente su cara, casi rural, redonda y rotunda; tan solo fueron unos segundos, casi sin darme cuenta su cabeza se había posicionado bajo mi pubis y su lengua trabajaba lentamente mi glande e iba bajando hacia el escroto haciendo que estallara de placer, ese placer que tanto necesitaba. “No creas que voy a hacer yo todo el trabajito”, me dijo riéndose y yo no tuve más remedio que corresponderle en la misma medida: empezando por mordisquear su tripa dura y redonda y terminando en los carrillos traseros. Su erección era casi salvaje, a punto de explotar y conteniéndose me pidió que me tumbara sobre él, de espaldas, quería sentir mi volumen y mi barriga.No me pude negar a sus deseos y llegué más allá: le penetré muy suavemente agarrándole fuerte de sus redondas y compactas nalgas, fué el final de mi largo pesar, los gritos de gozo conjunto se oyeron por las dunas cercanas y rebozados en arena y otros fluidos lanzamos un suspiro de descanso,aquél breve pero intenso momento era lo que necesitábamos.

Sin palabras, sucios pero satisfechos nos despedimos sin más.Hoy he vuelto a esta playa con la esperanza de que ese extraño vuelva a aparecer

1 Comments:

Blogger Just a BEAR said...

Hummmm lastima que no haya sido yo jejejeje
;)

8:43 p. m.

 

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